Un adiós a Zuño

Palabras del Dr. Francisco Bravo, representante del Círculo Dermatológico del Perú

Me permito escribir estas líneas para recordar al Profesor Doctor Zuño Burstein Alva, nuestro querido Zuño, quien partió de este mundo el 17 de noviembre del 2021, dejando una senda imborrable en la dermatología y en la medicina peruana.

Zuño nació el 18 de octubre de 1930, en la ciudad norteña de Chiclayo. Su madre era de la familia Alva, de ascendencia cajamarquina, mientras que su padre era de origen judío rumano, que llegó a estas tierras y se enamoró de su madre e inició la familia. Zuño tenía dos hermanas, una arquitecta y otra, la Doctora Sonia Burstein, que también estudió medicina, dedicándose a la microbiología en la Facultad de Medicina de San Fernando y en la práctica privada.

Zuño relata con mucho cariño la influencia de su madre en sus intereses futuros. Ella le regaló el libro Cazadores de Microbios, de Paul de Kruff. Según sus propias palabras, su lectura lo llevó a despertar una gran curiosidad por las ciencias naturales, imaginándose en el futuro como botánico, biólogo y despertando su vocación por la medicina. Zuño refería que esa curiosidad por la naturaleza explicaba su afición por los peces y su pecera que adornaba su consulta privada.

Zuño inicio su escolaridad primaria en el Colegio San José de Chiclayo, donde el director era de origen alemán y propulsor de una férrea disciplina que, creo, influyó mucho en el carácter futuro de nuestro recordado maestro. Posteriormente la familia se mudó a Lima y Zuño terminó su secundaria, a mucha honra según sus propias palabras, en el famoso y respetado Colegio Guadalupe de la Avenida Alfonso Ugarte, cuna de grandes e ilustres peruanos.

Cuando decide estudiar medicina, postula e ingresa a San Fernando. Desde muy temprano en su carrera médica, visita hospitales, incluyendo el consultorio de dermatología del Hospital 2 de Mayo. Se hace asistente libre de esa consulta y llega a demostrar su inclinación por los asuntos gremiales. Zuño, en una entrevista al Boletín de los Institutos Nacionales de Salud, nos revela que él llegó a ser presidente de la Asociación de Asistentes Libres del referido Hospital así también como el primer secretario de la Federación Médica Peruana.

El Dr. Burstein obtiene su Bachillerato en Medicina y su título de la Universidad de San Marcos en el año de 1957. Entre los años 1958 y 1960 sigue estudios de especialización en dermatología en el Instituto de Medicina Tropical de Hamburgo, Alemania, y en la Clínica dermatológica Universitaria de la misma ciudad. El Doctor Burstein continua estudios posteriores de la especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Esto último fue realizado gracias a una beca otorgada por el gobierno alemán en mérito a un convenio entre el gobierno peruano y el  alemán con el propósito de iniciar el desarrollo de un Instituto de Medicina Tropical en Lima.

Cuando ocurre el cisma de la Facultad de Medicina San Fernando, el que dio origen a la formación de una nueva escuela de Medicina, la que es hoy Universidad Peruana Cayetano Heredia, el Dr. Burstein, a su regreso en 1962, opta por permanecer en San Marcos, y recibe el encargo de mantener la cátedra de Dermatología. Es así que es nombrado Jefe Instructor en la Cátedra de Enfermedades Infecciosas Tropicales y Parasitarias, además de ostentar el cargo de profesor auxiliar en la Cátedra de Dermatología y Sifilografía, recibiendo además el encargo de la organización y la coordinación de la Cátedra de Dermatología que se muda a una nueva sede en el Hospital 2 de Mayo. Posteriormente es nombrado Profesor Principal de Medicina Tropical, así como Profesor Principal de Dermatología, y pasa a ocupar el cargo de  Jefe de Consultorios Externos y Unidades Periféricas, así como el de los programas especiales del ya constituido Instituto de Medicina Tropical Daniel A. Carrión de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde llegó a ser Director Interino y más adelante Jefe del Servicio de Lepra y Dermatología Sanitaria en convenio con el Ministerio de Salud.

Zuño nunca podía dejar de interesarse por la Salud Pública, y luego de retirarse de la universidad, pasó a ocupar un rol activo en la Academia Peruana de Medicina, a donde también me invitó a participar. Zuño era incansable, y yo quedaba francamente rezagado comparando mi actuación con la suya, donde no había ni domingos ni feriados si de por medio se le había asignado una tarea a cumplir.

Luego de varios años en el Instituto de Medicina Tropical, pasa a condición de Profesor Emérito, pero prolonga su carrera académica en los Institutos Nacionales de Salud, donde desempeña la Jefatura de Servicio de Lepra y luego del servicio de Dermatología Sanitaria. Es en esos años donde es invitado a ser Director de la Revista Médica Experimental y Salud Pública, publicación periódica de mucho prestigio, cargo que mantuvo hasta su partida.

El Profesor Doctor Zuño Burstein Alva recibió muchos reconocimientos durante su carrera profesional, incluyendo su nombramiento como Maestro de la Dermatología Ibero Latinoamericana , por el Colegio Ibero Latinoamericano de Dermatología (CILAD) en el año 2005; su condecoración de la orden Cayetano Heredia del Ministerio de Salud en el grado de gran magister, en base a su destacada trayectoria profesional y abnegada labor docente en el ámbito de la investigación y educación médica en el Perú, en el año 2011; las Palmas Magisteriales, en el grado de Amauta, que recibió de manos del Ministro de Educación en el 2016; y la Medalla al Mérito en Salud, de la Academia Peruana de Salud en el año 2014.

Zuño siempre estuvo presente en las importantes sociedades latinoamericanas, como lo son el Colegio Ibero Latino Americano de Dermatología (CILAD); así también, desempeñó un papel importante como miembro fundador de la sociedad denominada Reunión Anual de Dermatólogos Latinoamericanos (RADLA), en 1972. De su periodo de delegatura por el Perú ante el CILAD, nace la iniciativa para establecer el capitulo peruano correspondiente del CILAD, llamado CILAD-Perú, que con el devenir del tiempo se acabó transformando en lo que hoy es el Círculo Dermatológico del Perú.

En una nota más personal, conocí a Zuño alrededor de 1992, cuando regresé a trabajar al Perú luego de algunos años en el extranjero. Desde el primer momento me impresionó como un hombre dinámico, activo, increíblemente responsable en cuanto a cualquier misión que se le asignaba. El me hizo una invitación personal para participar activamente en lo que fue inicialmente denominado el Capítulo Peruano del Colegio Ibero Latino Americano de Dermatología, que luego pasó a ser el Circulo Dermatológico del Perú, siendo él su primer presidente y yo el segundo. Su energía, su fuerza y su empeño fueron determinantes para sacar adelante ese proyecto, lo que sin ninguna duda alguna resultó en una reactivación de la Dermatología Peruana, expresada a partir de ese momento, como una competencia sana y conveniente entre el Círculo Dermatológico del Perú y la Sociedad Peruana de Dermatología. Si no fuera por Zuño, esa competencia entre ambas instituciones no se habría dado y la dermatología peruana no sería lo que es hoy. Hoy ambas sociedades son reconocidas como sociedades médico-científicas igualmente representativas de la dermatología peruana ante el Colegio Médico del Perú, y también son ambas reconocidas como tal por la Liga Internacional de Sociedades Dermatológicas. No es casualidad que el Dr. Burstein haya tenido un rol importantísimo en la creación de ambas entidades. Producto de su prestigio internacional y su empuje se han logrado hacer dos muy éxitos congresos RADLA en el Perú, en los años 2004 y 2015, y se tiene un tercero programado para el 2024. Zuño también siempre participó activamente en las discusiones clínicas de nuestro querido Qara Raymi, una presentación de casos clínico-patológicos de calidad excepcional, que ha evolucionado hasta convertirse en un clásico de la dermatología peruana y latinoamericana. El Dr. Burstein siempre ha estado presente en los Congresos Peruanos de Dermatología organizados por la Sociedad Peruana de Dermatología y fue parte de la conmemoración por los 50 años de su fundación.

Su producción académica estuvo mayormente dedicada a la Lepra y a otras enfermades infecciosas de gran importancia social, como la leishmaniasis, las micosis subcutáneas o la enfermedad de Carrión, que eran prevalentes pero que recibían poca atención en las esferas oficiales. Zuño, sin lugar a duda, fue un pionero en la importancia de la dermatología en la salud pública, un concepto que hoy es muy actual y que se refleja hoy en día en la relevancia que tienen hoy las enfermedades desatendidas en el mundo, como se le conocen en inglés con el término “Neglected Diseases”.

Zuño es para mí, la imagen mas viva que puedo tener del Señor Profesor Doctor de la Escuela Europea, con un conocimiento no sólo científico, sino humanístico que también abarcaba la repercusión social de muchas enfermedades dermatológicas e infecciosas.

Queda en la memoria de la mayoría de nosotros que tuvimos el privilegio de conocerlo, la imagen de un maestro, de un médico ejemplar, de un académico, de un hombre con gran sensibilidad social.

De él he aprendido mucho, y el mejor recuerdo es de su formación humanista, donde se combinaba ciencia, pedagogía, responsabilidad social y disciplina.

Querido Profesor Doctor Zuño Burstein Alva, mi sincero adiós y mi reconocimiento a un gran hombre que ha dejado su huella imborrable en la Medicina y en la Dermatología Peruana.

Francisco Bravo Puccio
Diciembre del 2021